La décima legislatura toca a su fin al igual que este largo año y hay que hacer balance.

La brutal reforma laboral que Fátima Báñez presentó en febrero del 2012 y que provocó un grave empeoramiento en las condiciones laborales de la historia. El rescate y nacionalización de Bankia en mayo de 2012 y la falta de acción ante las irregularidades cometidas por el sector. El intento de modificación de la Ley del Aborto junto con el establecimiento de las tasas judiciales que le costaron el puesto al Ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón.

No debemos olvidar al Ministro Cañete que reformó la Ley de costas para permitir nuevos usos en primera línea y así contentar a las constructoras. Ana Mato, Ministra de Sanidad que después de una gestión muy cuestionada en la crisis del ébola fue señalada por el magistrado Pablo Ruiz como partícipe a título lucrativo dentro de la trama Gürtel. La subida del IVA en productos básicos o la subida hasta el 21% del IVA cultural del Ministro Montoro junto con la amnistía fiscal a los evasores fiscales, tras el estallido y posterior publicación de la Lista Falciani en la primavera de 2015. Y no menos grave la intención de manipular el voto de los españoles en el extranjero mediante la fórmula de voto rogado promovido por el Ministro de Asuntos Exteriores, García Margallo.

Pero si hay algún ministerio que se ha llevado la palma de los escándalos ha sido el de Educación y Ciencia, la llamada Ley Wert, la sustitución de Educación para la ciudadanía, el aumento exagerado de tasas, que han llegado a superar hasta el 40% y como broche de oro José Igancio Wert fue nombrado Embajador de España ante la OCDE para facilitar la conciliación de su vida profesional y personal (?)…

Termina una legislatura larga y dura en que, como consecuencia de la crisis y de la respuesta de la derecha, hemos sufrido situaciones personales y familiares dramáticas, con un gobierno de mayoría absoluta que ha gobernado a base de decretazos que ha hecho temblar los cimientos constitucionales.

Las encuestas vaticinan un cambio de gobierno, un gobierno de pactos, que tendrá que gobernar con la responsabilidad de acordar, de llegar a consensos y de conseguir sacar adelante sus medidas con el mayor apoyo posible.

Sin duda lo mejor de esta legislatura es que llegó a su fin y que en este tiempo de ataques a los derechos se ha despertado el interés de la ciudadanía en la política.

Ahora es el momento de votar para quitarnos esta lacra que ha supuesto el mayor retroceso social y político de la era democrática, y eso supone hacerlo con las ideas claras, objetivo:

QUE SE VAYAN.